¿Estás en una montaña rusa emocional ante el esfuerzo y frustración que te ha costado tu proyecto de boulder? A veces, es fácil perder la motivación y la confianza en uno mismo cuando te encuentras frente a un bloque que desafía a tu cuerpo y lo pone al límite. Pero no te rindas todavía. En este artículo, te presentaré 10 tácticas infalibles para que logres conquistar ese proyecto de boulder. Desde consejos de entrenamiento hasta técnicas de mentalidad, te brindaré las herramientas necesarias para que te conviertas en un maestro del boulder y mantengas la motivación en el proceso. ¡Prepárate para enfrentar el desafío y lograr tu proyecto! No tires aún la toalla.
Consejos:
- Olvida el grado
- Recuerda siempre qué fue lo que te motivó en primer lugar
- Divide el bloque en partes o movimientos
- Planifica tu entrenamiento
- Uso de “power spots”
- En rocódromo: usa agarres de otros bloques
- Prueba nuevas ideas
- Analiza tus movimientos
- No te obsesiones
- Escala con más personas
1. Olvida el grado
Uno de los errores más comunes en la escalada es compararse con los demás y con los grados que se escalan. Es fácil caer en la trampa de pensar que, si no estás escalando un cierto grado, entonces no eres un buen escalador. Sin embargo, esto puede limitar tu progreso y llevarte a la autocrítica negativa y a la frustración.
Si, por ejemplo, normalmente escalas un nivel v6 al “flash”, pero un día te enfrentas a un bloque que no logras resolver uno de los pasos en ese grado durante la sesión, la mente pensando “yo soy un escalador de v6” te va a jugar una mala pasada. Las frases negativas como “¿por qué no puedo?, la he cagado, estoy perdiendo nivel” pueden surgir y afectar tu motivación.
Entonces en primer lugar, aprende a ignorar el grado. Que a la final es muy subjetivo. Toma cualquier bloque difícil como un reto para ti, sin importar el grado. Úsalo solo de referencia.
Esto te va a permitir también aprovechar todo el aprendizaje que puedes obtener de bloques más fáciles. En el mismo caso anterior, podrías estar usando un v4 hasta un v6 para calentar, pero luego los ignoras para intentar tus proyectos, lo cual está bien. Pero intenta de vez en cuando concentrarte más cuando estés escalando esos grados fáciles. Sé más perceptivo de cómo responde tu cuerpo, tus músculos, en qué estás pensando, y en general trabaja en tu propiocepción. Incluso repite los bloques para descubrir de qué forma podías escalar mejor y hacer más eficientes tus movimientos. Es más fácil concentrarse en las sutilezas al escalar vías que demandan menos esfuerzo general.
2. Recuerda siempre qué fue lo que te motivó en primer lugar
Cuando estás proyectando y dando lo mejor de ti, es normal frustrarse si el bloque no sale a la primera. Muchas veces, en el rocódromo, se ve a gente intentando un bloque unas cuantas veces y luego, si no lo logran, cambian al siguiente.
Pero este enfoque no es el más efectivo para progresar en la escalada. El cuerpo se adapta a los estímulos que le presentas, por lo que para seguir mejorando debes ir incrementando el nivel de dificultad y eso significa salir de tu zona de confort.
Es cierto que no siempre es fácil motivarse cuando tienes que enfrentarte a retos cada vez más duros, pero recuerda siempre qué fue lo que te inspiró a escalar en primer lugar. Quizá empezaste con la ilusión de intentar una y otra vez ese bloque que no pudiste completar, hasta que finalmente lo lograste y sentiste esa satisfacción tan especial.
A medida que vas mejorando, puede que te centres demasiado en el objetivo de llegar al top del bloque, de lograr esa satisfacción instantánea y pierdas de vista lo más importante: el proceso y la satisfacción que se obtiene al superar dificultades.
Retoma esa mentalidad de principiante, que no se preocupaba tanto por los grados de los bloques y que disfrutaba el proceso de aprendizaje. Recuerda que lograr algo que te costó trabajo es mucho más gratificante que alcanzar algo de manera fácil y rápida. Usa esa motivación para salir de tu zona de confort, seguir desafiándote y superando tus límites.
3. Divide el bloque en partes o movimientos
Otro error común al proyectar un bloque es empezar siempre desde el inicio, incluso cuando ya has logrado descifrar algunos de los movimientos. Esto solo consume energía innecesariamente. En lugar de eso, divide el bloque en partes o movimientos y trabaja en uno a la vez. Si llegas a un punto en el que no puedes alcanzar un movimiento desde el suelo, usa otras presas para llegar hasta allí.
Perfecciona cada movimiento para hacerlo lo más eficiente posible y luego une dos o más movimientos. Este proceso es clave para lograr un bloque duro. Por ejemplo, Will Bosi, uno de los escaladores más destacados del mundo, proyectó el bloque v17 Burden of Dreams durante varias sesiones antes de lograrlo. En este video, puedes ver cómo Will junto con Aidan Roberts trabajan en cada movimiento, uno por uno. Al inicio (8:17) trabajan en el primer movimiento, en el 11:48 trabajan en el segundo movimiento. En el 16:29 en el tercer movimiento y al 17:34 el último.
Recuerda que cada movimiento debe convertirse en un objetivo en sí mismo y no debes preocuparte tanto por lograr el bloque completo de inmediato. Dividir el bloque en partes y perfeccionar cada movimiento te permitirá mejorar tu técnica y te ayudará a progresar en la escalada de manera más efectiva. Te recomiendo ver todo el video de Will Bosi proyectando en la réplica de Bourden of Dreams para que comprendas mejor el proceso. Luego, Will fue subiendo más videos en sus sesiones donde iba uniendo movimientos, puedes buscarlo en su Instagram @will_bosi
4. Planifica tu entrenamiento
No hay nada más frustrante que una lesión, para evitar esto planifica tu entrenamiento, maneja tiempos de descanso, enfoca y personaliza tu plan.
Identifica qué demanda tu proyecto y cuáles son tus debilidades frente a esas demandas. Trabaja en esas debilidades en tu plan de entrenamiento para hacer el proceso más eficiente.
Por ejemplo, pensemos que el proyecto es un bloque con apenas unos 4 o 5 pasos que demandan mucho bloqueo en presas pequeñas, y con pasos cortos. En tu plan vas a querer introducir bloqueos, quizá usando los agarres pequeños en un hangboard. Es importante medir tu progreso en esos ejercicios. Pero tal vez no vaya a tener ninguna efectividad hacer ejercicios en campus board como “escaleras” que mejoran tu resistencia en pasos sostenidos explosivos.
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5. Uso de “power spots”
Este método es muy efectivo para acelerar tu proceso de aprendizaje, aunque no es muy utilizado por muchas personas. Consiste en pedir a otra persona que te sostenga físicamente mientras ejecutas algún movimiento, reduciendo peso de tu cuerpo.
Esto te permitirá probar los movimientos con menos esfuerzo y te ayudará a:
- Comprender cómo se sienten las presas al ejecutar el movimiento
- Identificar posición adecuada de tu cuerpo para iniciar y terminar el movimiento
- Acelerar el proceso de aprendizaje motor
- Evitar sobreesfuerzo al repetir muchas veces el movimiento sin un “power spot”
No te preocupes, esto no es trampa, no hay reglas escritas en piedra en la escalada y esto no causa ningún daño a nadie. Solo asegúrate de ponerte de acuerdo con la otra persona cuándo te sostendrá y cuándo te soltará.
6. En rocódromo: usa agarres de otros bloques
Ya hablamos de esto: para alcanzar un movimiento puedes usar otros agarres. Pero también es muy útil para dos fines:
- Simular el movimiento usando agarres más fáciles
- Programar tu creatividad para aplicarla en la roca
Puedes simular los movimientos que aún no logras, buscando una presa intermedia. Esto al igual que el power-spot te ayudará a descubrir cómo se siente el movimiento, la sensación del primer contacto con la presa y practicar el movimiento hasta perfeccionarlo y grabarlo en tu mente.
Y, por otro lado, al mantener la mente abierta a usar otros agarres, en la roca, te ayudará a no aferrarte a un movimiento y buscar alternativas creativas. Por ejemplo: cambiar tu posición de la mano, usar algún agarre que no viste antes o tal vez no tenía marcas de magnesio, pero descubres que cambia el juego por completo.
7. Prueba nuevas ideas
No te aferres a una sola opción para lograr el bloque. Es probable que veas a alguien hacerlo de una determinada forma y quieras repetirlo o que alguien te de su “beta” y pienses que igual va a funcionar para ti. Vale la pena intentarlo, pero también vale la pena pensar, analizar y ser creativos. Por más loca que parezca una idea, inténtalo, nada pierdes. Y puede que acabes encontrando una mejor “beta” para ti y que a nadie se le ocurrió, ni si quiera a quien armó el bloque.
Esto, además, aporta mucho en tu entrenamiento mental, lectura de problemas y ayuda a que puedas resolver un bloque más rápido, mejorando tu habilidad para lograr bloques difíciles al “flash”.
8. Analiza tus movimientos
No es un proceso sencillo analizar qué podrías estar haciendo mal si no puedes ver lo que estás haciendo. Aunque con experiencia podrías ganar una mayor propiocepción para que te des cuenta de pequeños ajustes que puedes hacer en tu técnica, la mejor forma es mirarte desde los ojos de un tercero. Para esto puedes:
- Usar una cámara para grabarte escalando el bloque
- Pedir la opinión de otros escaladores de preferencia con más experiencia
Al grabarte, puedes mirar desde otra perspectiva cómo se ven tus movimientos y darte cuenta de cómo podrías mejorar tu posición del cuerpo, cambiar el ángulo de tus articulaciones para alcanzar un agarre de forma más eficiente, encontrar presas de pies que podías usar y pasaste por alto, entre muchas otras cosas que quizá sea más difícil darse cuenta sin verlo desde tu propia perspectiva.
Por otro lado, copiar el entrenamiento de otros escaladores no es buena idea porque cada uno tiene sus necesidades, su nivel y cada programa debe estar personalizado. Pero copiar la técnica siempre es buena idea. Los escaladores con más experiencia que tú, seguro tendrán un bagaje mucho más amplio de habilidades y para ellos es más fácil y natural darse cuenta de qué es lo que podrías estar haciendo mal en el bloque. No dudes en pedir sus recomendaciones.
9. No te obsesiones
Aunque es importante tener esa mentalidad de no rendirnos a los dos o tres intentos y proyectar el bloque paso a paso, tampoco es buena idea abusar y obsesionarse.
Si estás mucho tiempo repitiendo un mismo movimiento, estás estresando y sobrecargando un grupo muscular específico, descompensando otras áreas. Esto puede llevarte a una lesión.
Escucha a tu cuerpo y pon límites, si después de descansar un buen rato sientes que tu rendimiento va disminuyendo, es momento de parar, explorar otros movimientos, bloques o de cambiar de actividad.
Maneja adecuadamente los descansos entre cada intento y entre cada sesión. Una buena práctica es no llevar puestos los pies de gato todo el tiempo, sácalos para obligarte a descansar.
Además, la obsesión puede llevar a frustrarte si el proceso te empieza a tomar más tiempo del que esperabas. Tómalo con calma y busca también otros objetivos que puedan ser motivantes, para desviar tu atención durante un momento si sientes que te estás obsesionando.
10. Escala con más personas
En el boulder, es casi siempre necesario lograr un estado mental intenso y motivado para alcanzar tu máximo potencial y rendimiento, lanzar esos movimientos que demandan un esfuerzo físico intenso y con la adrenalina al máximo. Esto es más fácil lograr si tienes amigos apoyándote y dándote palabras de ánimo y motivación.
Por otro lado, casi siempre dos mentes piensan mejor que una. Entre más personas estén, van a aportar diferentes ideas de cómo se podría lograr diferentes movimientos y así lograrás encontrar una beta para ti más rápido.
Si sientes que escalar con muchas personas te avergüenza o te hace rendir menos que cuando haces bloque en solitario, está bien. Pero recuerda los beneficios que tiene escalar con otras personas, especialmente con escaladores más experimentados. Puede ser que tu preferencia por escalar en solitario responda a algún un miedo, debes trabajar en tu entrenamiento mental y modificar tu comportamiento. Eso también es una parte importante para el progreso en la escalada.
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